Entre tantas obligaciones como heredera del Sol, hay una sola regla en la Vía Láctea que Essie no puede soportar: "Las estrellas tienen prohibido encariñarse con humanos". Sin embargo, su amor por Artem pondrá al mundo estelar de cabeza y llamará la atención de un antiguo enemigo. ¿Será capaz de sacrificar su cómoda y longeva vida de estrella por el afecto de un humano?