Él, un héroe con el sueño de unificar el continente. Yo, una simple chica que estaba a punto de convertirse en ofrenda para un gran monstruo. Como era de esperarse, él, el héroe, me salvó a mí. Y yo, inevitablemente, me enamoré de él. Pero la triste realidad es que un héroe famoso y mítico no termina con una chica como yo, sino con una bella y noble princesa. Y así fue: él unificó el continente y se casó con esa princesa. ¿Dónde quedo yo? Yo decidí irme porque no sé cuándo me amará. Espero que sea pronto.