Así como el subsuelo gélido impide que la vegetación crezca en los climas áridos de la tundra, la corrupción de la sociedad coreana actual no permite que sus individuos se desarrollen y alcancen todo su potencial. A pesar de que Corea es reconocida como un ejemplo de modernización, la influencia del capital en la política, la legislación, la prensa y las finanzas de ese país se consolida cada día más. Las personas son meros peones de ese sistema pútrido. El destino del fiscal Sewon Lee y el detective Dohun Kim era ser dos peones más, usados y descartados como basura. Pero ellos no están dispuestos a renunciar a su vida, y lucharán por exponer el lado más oscuro de las autoridades.